Página en blanco para soñadores
Hay momentos icónicos en la música, fechas que quedan grabadas y marcan un antes y un después en la historia o en la biografía de algún artista. Pero hay también momentos en la música que afectan en un plano más personal, casi creados por uno mismo para dar forma a aquello que se necesita en ese momento.
Cuando se instala una idea en tu cabeza, y a partir de ahí quieres ver las similitudes y puntos de conexión, no es más que cuestión de tiempo que se forme ante ti aquello que esperas ver. Mi idea seminal fue la de dos grupos de música, que teniendo una gran importancia en la música alternativa de los 90 coincidieron en el año 98; viniendo por caminos distintos y siguiendo luego caminos también distintos. El punto de unión no fue un disco conjunto, ni una gira. La unión reside en lo que sus respectivos discos de aquel año me dijeron.
Aquellos discos fueron Adore de Smashing Pumpkins y Up de REM.

REM estaban ya totalmente asentados en la industria musical. Su momento de despegar a niveles de grandes ventas y portadas había sido a principios de los noventa, e incluso alguien podía llegar a decir que habían empezado su declive. Si aceptamos la premisa de que hubiera alguno no lo podría considerar hasta unos años después, ya en el siglo 21. Pero eso es otra historia, estamos en el año 98.

Al igual que en el caso anterior, en la gira de su anterior trabajo también tuvieron que adaptarse al cambio. Bill Berry, batería de la banda desde sus inicios, sufrió un colapso debido a un aneurisma cerebral. A pesar de recuperarse y volver a la banda en Octubre del 97 decidió abandonar definitivamente y retirarse a una vida como granjero.
En el año 98 los dos cuartetos convertidos en trio tras sendos incidentes publicaron sus nuevos trabajos. Adore se lanzó en verano; una época poco apropiada a la ambientación oscura del álbum. No solo cambiaron las guitarras por un sonido más acústico y electrónico, sino que la grandiosidad dio paso al intimismo. Se respiraba la soledad de una madurez que ya no se quedaba en angustias juveniles. Up salió un poco más tarde. También con un sonido más electrónico y pausado, también sin la necesidad de querer gustar en la primera escucha. No se puede asaltar estos discos desde la urgencia que producen los éxitos masivos previos. El artista debe proporcionar nuevas preguntas, y así lo hicieron.
Si queremos unir aún más los caminos nos debemos fijar en la figura de Joey Waronker. Batería que acompañó a REM en la gira de presentación de Up también colaboró en la grabación de Adore. Por otro lado ambos grupos lanzaron como single, lógico por otra parte, su tema más radiable: Ava Adore y Lotus respectivamente; ambos en segunda posición en el disco.
Poco más hay que desarrollar, pocos datos que corroboren esta unión temporal de dos grandes bandas. Pero claro, cuando el creyente quiere ver acabará viendo aquello que anhela. Hay que completar la historia y para ello hay que ampliar el campo de visión. Cierto es que existen grandes discos publicados ese mismo año; pero no sólo han de ser buenos trabajos, deben ser ‘especiales’ en la discografía del artista o en su entorno, que sumen a ese lenguaje creado para la ocasión.
El primero que me vino a la mente fue Deserter’s Songs de Mercury Rev. El grupo que venía de un sonido psicodélico y saturado fue evolucionando con See you on the Other Side. Tras la mala acogida del disco la banda estuvo a punto de desaparecer y en un salto al vacío sin nada que perder sacaron un disco único, con un sonido misterioso, sinfónico, tenebroso y triste. Podría ser la banda sonora de un sueño que no sabes si es sueño o es pesadilla, de un viaje que no sabes si es lisérgico o emocional. Una gota de belleza en un océano de normalidad.
Neutral Milk Hotel es una banda que no puede tener un disco especial porque nada puede hacer que no lo sea. Su segundo disco In the Aeroplane Over the Sea es el más conocido de su breve discografía de tan solo dos discos de estudio. Este disco no te sumerge, como los anteriores, en un mundo de matices que ir descubriendo, sino que te arrastra cual huracán descontrolado. Te absorbe dentro de su combinación casi anárquica de folk, blues, jazz. Las guitarras eléctricas distorsionadas suenan junto a la desatada voz de Jeff Mangum, desafinando en ocasiones incluso, dejándose llevar en lo que parece ser un extásis continuado. Por su sonido podrían quedar fuera del recopilatorio, pero no por su condición.
Podríamos añadir, siendo discretos en la exigencia inicial, el directo de Portishead de 1998 Roseland NYC Live, Mechanical Animals de Marilyn Manson, Is this Desire? de la grandísima P.J. Harvey. Todos sin ninguna razón lógica. Como todo lo anterior sólo se debe a razones emocionales. Pero acaso ¿No es eso de lo que trata la música?
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